Hoy me declaro,
ante todo, noctámbulo
e inmune
a cualquier dogma.
Hoy dictarán
mi sentencia
hojas secas,
álamos desnudos
y peatones sin rostro.
Siempre, al cruzar
el primer semáforo,
nos espera el terrible insecto
de la nostalgia
para inyectar recuerdos
de temores más leves
que los que hoy
nos asedian.
Pablo Velasco